Cuando presentamos una propuesta nueva a un adulto, dedicamos un tiempo a pensar, planear y planificar muy bien el qué, el cómo y el por qué.
Muchas veces, los adultos, pasamos esto mismo por alto cuando la propuesta va dirigida a los niños. ¿Estamos actuando de manera correcta? En nuestra opinión, NO.
Los niños, desde edades muy tempranas, son capaces de valorar la belleza; de maravillarse con elementos simples, pero llenos de complejidad. La belleza del ambiente y la presentación de los materiales de manera adecuada, invitan al niño a actuar, a multiplicar sus esfuerzos, a aprender.
En Be You consideramos la importancia de incorporar la estética como una de las dimensiones esenciales de la vida, de la educación y del aprendizaje. Para nosotras, el arte no es sólo una manera de representar, sino que lo entendemos como una manera de pensar, un modo de vivir.
Creemos firmemente en la belleza y en el arte como generadores de aprendizaje, ya que actuar a favor de la estética es una declaración de principios sobre la imagen de la infancia que nos sustenta. Una bandera de libertad. Sabemos que los niños aprecian, recrean, disfrutan y se maravillan con lo realmente hermoso.
El asombro es el mecanismo que mueve el mundo de los más pequeños, pero sin la belleza, el asombro trabajaría a ciegas.
“Si la estética promueve la sensibilidad y la capacidad de conectar cosas muy alejadas entre sí y, si el aprendizaje, tiene lugar a través de nuevas conexiones entre elementos muy diferentes, la estética puede considerarse como un importante activador del aprendizaje”.